Para cada ser humano, la vida viene empacada en una caja diferente. Algunos tienen una caja grande, donde caben muchas oportunidades, pero es tan grande que estas se pierden en un espacio vacío y sus propios llamados a ser usadas tienden a volverse un eco, cada vez más fuerte, que el dueño de la caja ensordece y no logra escuchar algo en concreto ni lo suficientemente claro para hacerlas realidad.

Por otro lado, hay personas que tienen una caja pequeña, estrecha, ruda y hasta incómoda.

Esa caja, por su reducido espacio, no tiene capacidad para muchas oportunidades, por el contrario son pocas.

Pero tienen una característica: al ser pocas permiten analizar, ordenar, priorizar las oportunidades para que estas finalmente vean la luz, conozcan la vida y se hagan realidad. ¿Por qué? Porque en las dificultades es donde el ser humano se hace grande y poderoso… y es en las adversidades de la oscuridad donde se puede ver la luz al otro lado de la caja.

Mi decisión, y la de miles de mujeres colombianas, fue evitar que el ruido de la caja me ensordeciera y que el desorden de ideas, problemas y pocas oportunidades se apoderara de mí. Decidí hacer de cada adversidad, una oportunidad para salir adelante con mi familia, para ver crecer a mis hijos llenos de amor, ilusiones y llevando cada uno de ellos su caja de la vida.

Las mujeres Cafam tomaron la misma decisión que yo, y no solo llevan su propia caja, sino que ayudan a los demás a llevarla. Pues su fuerza es tan grande, que tienen la capacidad de levantar muchas cajas al mismo tiempo y de no dejarlas caer. Porque saben que si se cae una, recogerla será difícil, pero no imposible.

Mujeres: sigamos luchando por nuestros más grandes anhelos del corazón, escuchemos lo que esas pocas oportunidades nos dicen, usémoslas de manera que nos enaltezcan como seres humanos, pero sobre todo, de la manera en que podamos usarlas en beneficio de más personas cada día.

No permitamos que la oscuridad nos deje sin ver, iluminemos el camino con nuestra sonrisa y enseñemos a muchas más personas a sonreír. Sonríe por la vida, sonríe por lo que has conseguido.