Diana creó la Fundación Mi Querido Soldado en el año 2003, que se convirtió en el primer programa de becas, en el país, para militares activos y retirados en condición de discapacidad. Su bandera es el programa de empleabilidad, que en un principio creaba espacios laborales solo para estos hombres, sin embargo en 2009, debido a la alta demanda, se incluyó el apoyo a viudas y esposas de militares, pues estas mujeres deben buscar un ingreso adicional para sus familias.

El mayor sueño de Diana es lograr la construcción de paz, para ello, se necesita de cualquier iniciativa que dé fin, aminore y evite las causas generadoras de conflicto. La fundación crea espacios encaminados a la rehabilitación física, psicosocial y productiva en tres ejes:

1. Entrega de kits de aseo a los soldados en las unidades militares, lo cual les da bienestar.

2. Oportunidad de estudiar a través de alianzas con entidades como la Fundación Universitaria del Área Andina, la Corporación Universitaria Minuto de Dios, el Sena, entre otros.

3. Ayuda y apoyo a los militares en condición de discapacidad, para que puedan  trabajar y generar un sustento para su familia.

Diana nació en Tunja el 9 de mayo de 1980, es Administradora de Empresas y ha dedicado su vida a la generación de empleo para los soldados colombianos que han sido heridos en combate, basándose en su propia experiencia, pues su esposo fue un soldado profesional herido en combate.

Diana es el primer contacto en la fundación, pues es ella quien realiza el proceso de admisión, en el cual se evalúa la condición física y social para iniciar la preparación a la
vida civil y laboral. Ella es quien emite y encamina la ruta de los procesos que se deben seguir para enfrentarse a una nueva realidad.

Durante doce años este proyecto ha hecho que los soldados aprendan a desarrollar actividades diferentes a las de la vida militar, adquiriendo conocimientos en la confección de prendas, industria de decoración para el hogar y servicio de maquila.