En el año 2002, junto a un grupo de doce mujeres que ejercían psicología, pedagogía, contaduría, administración, entre otras profesiones, Elvira decidió crear la Fundación Mujeres Profesionales para Vivir Mejor, con el fin de acompañar a las familias y personas que han sido víctimas del conflicto.

Son varias las áreas en las que se desenvuelve la fundación, entre ellas está la labor social, con la que, a través de programas deportivos, se han atendido a más de 2.400 niños y jóvenes entre las edades de 7 y 18 años. Además, se les capacita en la prevención de factores de riesgo como abuso sexual, matoneo, consumo de sustancias psicoactivas y sexualidad temprana.

Elvira ha ganado varios premios por su obra, siendo reconocida por la construcción y desarrollo sostenible de paz en Córdoba. Su mayor sueño es que en Colombia se silencien los fusiles, y que los campesinos puedan laborar en el campo con tranquilidad.

Elvira nació en Córdoba en el año 1971, su sueño era convertirse en abogada, pero a causa de la violencia que se registraba en esa época, su familia se opuso a que estudiara
Derecho, ya que la consideraban una profesión peligrosa. Debido a los grupos insurgentes, ella y su familia fueron desplazados el 11 de noviembre de 1999, por ello pasaron momentos de angustia, temor y carencia de recursos económicos. A pesar de las adversidades, Elvira dispuesta a defender los derechos de sus seres queridos y de las personas que han sido vulneradas, ingresó a la Corporación Universitaria del Sinú donde finaliza su carrera.

Esta mujer enfrentaría nuevamente el dolor, debido a que su padre, un reconocido líder político estaba siendo amenazado por grupos armados al margen de la ley, por ello, Elvira se reunió cara a cara con el comandante paramilitar del grupo que estaba amenazando a su padre, para llegar a un acuerdo y lograr que se respetara la vida de su padre, pero, infortunadamente sus ruegos no fueron escuchados. Días después de su visita recibió una terrible noticia: a su padre lo asesinaron.