A finales de la década de 1980 surgen en Colombia grupos ilegales que se enfrentan con la guerrilla y reclaman poderío en las tierras de la región de Montes de María en Sucre, y Chengue, el pueblo natal de Julia, no era la excepción. Hasta su pueblo llegaron grupos paramilitares una madrugada de enero del año 2000 para torturar y asesinar a 28 campesinos, con lo cual se obligó al desplazamiento forzado de Julia y su familia, así como de otros habitantes de Chengue.

Henry, el esposo de Julia, decidió desempeñar el papel de líder en nombre de su comunidad, por eso regresan con su familia en el 2003 a su pueblo, pero mientras iban en el vehículo las Farc los interceptan y asesinan a Henry. Un año después de su muerte, Julia asistió a charlas psicológicas y desde entonces comenzó a buscar niños huérfanos de la guerra para que también reciban.

En el año 2017, Julia organizó un grupo conformado por 15 mujeres víctimas del conflicto armado para llevar a cabo los procesos psicosociales. A partir de este trabajo mancomunado, nace la Asociación de Víctimas de Chengue – Asovichengue la cual cuenta con 150 socios. Desde allí, su objetivo principal es recuperar el tejido social fragmentado por aquella masacre, trabajando con los habitantes y financiando las actividades con recursos que se consiguen a través de diferentes iniciativas como bonos de apoyo, rifas, dulces y tocando diferentes puertas. Desde la asociación, Julia decide relacionarse con los jóvenes y desde 2015 surge el grupo juvenil voces resistentes, que adelantan procesos de comunicación con diferentes colectivos. apoyo.

Julia nació el 28 de agosto de 1970 en un corregimiento del departamento de Sucre llamado Chengue, un pueblo ubicado en la subregión de los Montes de María. Hija de padres campesinos, vivió su infancia en ese hermoso lugar donde florecían los árboles en la finca de sus abuelos.

A sus 11 años de edad, Julia fue llevada a Cartagena para estudiar bachillerato, allí hizo nuevos amigos y con ellos, sin darse cuenta, iniciaba su labor social ayudando a niños de la calle. Recogía junto con sus compañeros, medicamentos, zapatos, ropa y alimentos para darles a los habitantes de calle; así creó fuertes lazos de amistad en donde se protegían simultáneamente.

En época de vacaciones viajaba a Chengue a encontrarse con su familia y en medio de estos viajes conoció a Henry, quien más adelante sería el padre de sus hijos. Ya con una familia conformada y radicada nuevamente en su pueblo natal, Julia vivió junto con sus tres hijos y su esposo la época más cruel y violenta de Colombia..