Según un estudio realizado por la Universidad Nacional de Colombia, al año se pierden 9,76 millones de toneladas de comida, cifra con la que se podría alimentar a más de 8 millones de personas anualmente. En Cartagena se desperdician 237.000 toneladas de alimentos, que terminan contaminando al medioambiente y podrían aprovecharse para salvar vidas. Estas cifras motivaron a Catalina, ya que sabía que la solución podía estar más cerca de lo que se imaginaba.
Además, sabiendo que Cartagena es uno de los lugares favoritos para muchas parejas, donde actualmente se celebran por semana 9 o 10 matrimonios, Catalina aprovechó este hecho como una oportunidad, es por esto que todos los días recorría hoteles, clubes, restaurantes y centros de convenciones buscando alimentos cocidos excedentes de diferentes eventos.
Así nació la Fundación Alimentar Colombia, constituida en julio de 2015, con el objetivo de minimizar la desnutrición infantil que existe hoy en día en Cartagena, proporcionando un alimento rico en proteínas y vitaminas, además, de crear conciencia y unir esfuerzos con varios establecimientos.
Hoy en día Catalina y su Fundación Alimentar Colombia, han logrado de restaurantes y eventos, recuperar alrededor de 1.800 kilos de alimentos y casi 2 toneladas de comida lista para consumo, beneficiando aproximadamente a 2.550 familias. De igual forma, se han recuperado.
Catalina Pérez Parra nació el 13 de septiembre de 1984 en Cartagena. Vivió en una familia de clase media donde nunca le faltó nada para ser feliz, sin embargo, desde pequeña se interesó por la problemática que sufrían muchos niños, los cuales morían por hambre o desnutrición, lo que le parecía absurdo.
Catalina estudió Ingeniería Industrial, pero esto no le hizo olvidarse de la dura realidad que se vive en Cartagena: 16.484 menores de cinco años padecen desnutrición crónica y más de 34.000 menores sobreviven en la miseria. Esto le hizo tomar la decisión de ayudar a miles de familias, que lo único que necesitan es un plato de comida.
A corto plazo, Catalina sueña con que la fundación tenga un centro de recuperación de alimentos, donde pueda preservar mucha más comida, ya que en Cartagena hay más de 10 700 restaurantes, 150 hoteles, entre otros establecimientos que pudieran servirle para proveerles alimentos y así saciar el hambre de miles de niños.