Un atento saludo a todos. Para nosotros es un gran honor contar con su presencia en esta versión 31 del Premio Cafam a la Mujer, una distinción que por años se ha caracterizado por destacar a las mujeres que trabajan de una manera silenciosa, pero con empoderamiento y pasión por las comunidades más necesitadas del país. Hoy los invito a que nos acompañen a realizar un acto emotivo de gratitud y admiración, a unas mujeres extraordinarias.
Se encuentran con nosotros 28 heroínas que representan lo mejor de las mujeres colombianas, con su coraje para transformar situaciones adversas, la empatía para ponerse en el lugar de los más vulnerables, su capacidad para reconstruir el tejido social aún en comunidades con dolores muy profundos, su creatividad para desarrollar proyectos productivos que reduzcan la pobreza y la desigualdad, y con su entereza para luchar por el valor de la educación, del rescate de la riqueza ancestral y de la inclusión.
Este Premio Cafam a la Mujer, es una invitación al país para expresar sentimientos de solidaridad y acompañamiento, a las mujeres que trabajan por la defensa de los derechos humanos y la promoción de la cultura de la no violencia en los territorios más apartados; a las mujeres que se dedican a devolverle el honor y el valor al trabajo en el campo, con la tierra y sus frutos como herramienta de desarrollo; a las mujeres que se dedican a acompañar a familias víctimas del conflicto, devolviéndoles la dignidad y los sueños; a las mujeres que le apuestan a la formación de personas en situación de discapacidad para que cada vez sean menos vulnerables y puedan insertarse en el mercado laboral; a las mujeres que le apuestan a la educación como el más eficiente vehículo de equidad y transformación social; a las mujeres que a través de la cultura y el deporte alejan a los niños del consumo de estupefacientes; y, a las mujeres que destinan su vida a la protección y el bienestar de los adultos mayores.
La historia de vida y obra de estas heroínas, con seguridad modificará percepciones y mostrará horizontes sociales posibles. Estas historias sacuden y hacen entender que es mucho lo que se puede y se debe hacer en la construcción de equidad, virtud de justicia e igualdad social que el país necesita y reclama con urgencia.
Durante estos 31 años, Cafam ha puesto en el escenario nacional ejemplares iniciativas sociales de más de 4.860 mujeres, postuladas desde los distintos rincones de nuestro país y en los más variados campos de acción, mujeres que hemos definido como valientes de corazón y de espíritu. Todas estas iniciativas han partido de la gran diversidad de pensamiento, costumbres e ideologías de las regiones para, desde ahí, desarrollar proyectos de gran valor que brindan bienestar y hacen aportes sociales y estratégicos a cada una de sus regiones, y logran con ello que su entorno social sea más equitativo y solidario, más justo y más distributivo.
Como se expone en el eslogan de esta nueva versión del Premio Cafam a la Mujer, al resaltar Mujeres Invisibles y sus Obras Visibles, el Premio busca recobrar la fe en la sociedad, y demostrar que con el trabajo arduo de todas aquellas mujeres que han sido postuladas año tras año con sus proyectos, se puede construir un mejor país. Para Cafam es un orgullo y es gratificante descubrir historias de mujeres heroínas, como estas que hoy exaltamos, y más aún tener la oportunidad de hacerlas visibles, ponerlas como ejemplo de lo que con humildad se hace, pero que tiene una imponderable contribución a la riqueza social.
En particular, Cafam quiere, en el marco de esta ceremonia de premiación, hacer también una mención especial de reconocimiento a un grupo de mujeres que, gracias a su esfuerzo, confianza, perseverancia y sobre todo amor, han permitido llenar de orgullo el país por el desempeño de compatriotas disciplinados, ejemplares y meritorios en diferentes escenarios internacionales. Esta mención especial va dirigida a destacadas madres de deportistas colombianos.
Mujeres que en ocasiones han superado adversidades, y que han sido el principal estímulo para que nuestros deportistas dejen en alto el nombre del país. El amor maternal hace maravillas.
A ellas gracias por darnos la oportunidad de ver y de creer que con fe y constancia, se logran grandes resultados. Engalanan este evento: Marcela, mamá de Juan Guillermo Cuadrado; Claudia, mamá de Mariana Pajón; Carolina, mamá de Esteban Chaves; Neila, mamá de Yuberjen Martínez; Pilar, mamá de James Rodríguez y Eloisa, mamá de Nairo Quintana. Finalmente, agradezco a todos los que nos acompañan en este día tan especial, y a todos aquellos que nos apoyaron para hacer posible este Premio que es uno de los más importantes del país. Destaco la colaboración de las cajas de compensación, clubes rotarios, medios de comunicación y patrocinadores.
Especial mención para el inmejorable jurado del Premio: María Luisa Mesa, María Teresa Peresson, Juan Lozano, Germán Santamaría y el Padre Joaquín Sánchez. Muchos de ellos, con más de 25 años de estarnos acompañando en este difícil trabajo de seleccionar las mejores historias de vida, y las mejores obras de las Mujeres Cafam.
Un grato saludo a la doctora Juliana Ruiz Sandoval, Primera Dama de la Nación, quien nos honra con su presencia, y a quien esperamos tener en las próximas tres versiones de nuestro Premio.
Usted, doña Juliana, ha dicho que sueña con un país que recupere el valor de la solidaridad, un país de personas alegres, creativas e innovadoras y poseedor de una gran conciencia de comunidad que rompa paradigmas y eliminen brechas sociales, y eso, señora Juliana, es parte importante de lo que hacen las Mujeres Cafam. ¡Gracias! Su presencia nos honra.
Muchas gracias a todos por su presencia en esta ceremonia, y a las mujeres Cafam toda la gratitud por lo que hacen con tanta entrega y sacrificio personal, Dios y el país se lo reconocen.