Yencely Ariza

Mujer Cafam Vichada

En pro del bienestar de los demás

Puerto Carreño, Vichada, es un pueblo con gente humilde de bajos recursos económicos, donde se ve la pobreza extrema de algunas familias colombianas y venezolanas, niños que son abandonados por sus familias que soportan hambre, frío y reciben malos tratos. En medio de este panorama Yencely –y en honor a su hermana Erma Zulay– creó la Fundación Salvar.T en procura de la defensa de un sinnúmero de personas vulnerables del Vichada, olvidadas del Gobierno nacional, con inspecciones y pueblos marginados y azotados por la violencia. Como la labor de la Fundación es propender por los derechos de la población más vulnerable, par le solicitó a la Secretaría de Salud Departamental la conformación del Comité de Discapacidad Departamental, solicitud que tuvo eco favorable y procedió a hacer una convocatoria para nombrar los líderes de cada discapacidad.La Fundación Salvar.T tiene como objeto prestar servicios para la realización de actividades de educación formal y no formal con enfoque en la política pública, actividades deportivas, lúdicas, recreativas, artísticas, espectáculos en vivo, proyectos de desarrollo y procesos productivos con los jóvenes y niños con discapacidad con apoyo de sus familias, desarrollo de programas de rehabilitación y prevención de consumo de sustancias psicoactivas, actividades de desarrollo de la estrategia (RBC), desarrollar programas y proyectos de seguridad alimentaria para la población más vulnerable, desarrollo de programas y proyectos de estilos de vida saludable, programas y proyectos para adulto cabeza de familiar, brindar servicios de apoyo a la población vulnerable y la creación de parques biosaludables.
¿Quién es Yencely? Yencely nació el 24 de agosto de 1986 en Trinidad, Casanare. Es tecnóloga en Atención Integral a la Primera Infancia y en Pedagogía y Psicología Infantil. Cuando Erma Zulay –su hermana– fallece, los demás hermanos (9) y Yencely misma deciden crear la Fundación Salvar. T. Yencely afirma que: “Quiero cambiar al mundo y ver sonreír a esos grandes luchadores de sus vidas, cuando una persona quiere cambiar al mundo lo hace sin ningún interés y al hacerlo hacen que esas personitas [los niños] sean felices, ya que también les dedicamos tiempo, brindándoles amor ellos se sienten seguros, las cosas materiales no importan, no interesa que tanto dinero se gaste por esas personitas, lo verdaderamente importante es encontrar la felicidad de ellas”.