Discurso Dr. Luis Gonzalo Giraldo Marín
32° Premio Cafam a la Mujer
Bogotá, 5 de marzo de 2020
Buenos días.
Es un gusto y un honor contar con su compañía en esta ocasión tan especial. En nombre de todo el equipo de Cafam, les doy la más cordial bienvenida.
Desde hace 32 años nos hemos dado a la compleja misión de escudriñar palmo a palmo el territorio nacional, en busca de mujeres que estén transformando la realidad de su entorno social. Hasta hoy han sido cerca de 5.000 mujeres colombianas las que nos han compartido grandes e inspiradoras historias, al ser postuladas por otros miembros de su comunidad al Premio Cafam a la Mujer.
Para el país, Cafam y sus funcionarios, este Premio se ha constituido en una experiencia transformadora. Hemos podido conocer y entender cómo estas mujeres han sido artífices del mejoramiento de la calidad de vida de sus congéneres, y cómo han logrado restaurar y, en muchos casos, transformar el tejido social afectado por la pobreza, el conflicto, la distancia geográfica y la falta de oportunidades.
Casi todas esas historias tienen un lugar común: son obras silenciosas, invisibles, obras hechas sin más pretensión que acoger como propia la adversidad social que, con ambición, aspiran a solucionar o al menos mitigar y recibir, como reconocimiento, las sonrisas de quienes son objeto de su generosidad.
Son historias de sacrificios, de trabajo denodado y constante, de una consagración admirable y sin precedentes que ha devuelto la esperanza a millares de seres humanos que sufren por múltiples motivos en todos los rincones de nuestra patria.
No existen palabras para agradecer el valioso aporte que ellas hacen a la sociedad. Han calmado el hambre de los niños, han acompañado la soledad de los ancianos, han encontrado soluciones a las más duras condiciones humanas que afrontan familias enteras; y con sus manos milagrosas saben acariciar con amor el alma de quienes sufren el rechazo social, la marginación y los dolores profundos que ha generado la violencia.
Por todo esto, es fundamental que el país las conozca; Colombia necesita saber que sí es posible superar todas las adversidades, y este evento es un esfuerzo que Cafam hace para que sean mujeres visibles. Creemos firmemente en la bondad de los seres humanos, en su capacidad de dar generosidad, de acoger como propio el sufrimiento ajeno y, fundamentalmente, creemos que la dignidad humana es un derecho incuestionable por el cual es necesario seguir trabajando por su respeto.
Este año, de 214 mujeres postuladas, fueron elegidas 30 mujeres para representar a igual número de departamentos del país. Cada una de ellas está logrando que poblaciones vulnerables tengan las herramientas que necesitan para salir adelante.
Estas mujeres que engalanan este escenario representan la mejor faceta de los colombianos: esa que nos muestra que sí podemos ser solidarios aún en las circunstancias más adversas, ponernos en el lugar de otros y convertirnos en luz para tantos que lo necesitan.
Niños enfermos de cáncer y sus familias, mujeres afrodescendientes, víctimas de la violencia, recicladores que necesitan dignificar su trabajo para darle un sustento digno a sus hijos, personas en condición de discapacidad que necesitan oportunidades de inclusión laboral, familias enteras que padecen desnutrición severa y comunidades que necesitan proteger sus ecosistemas para garantizar así su futuro, son solo algunas de las poblaciones beneficiadas por estas 30 mujeres que tienen ustedes frente a sus ojos y que son motivo de admiración para nuestro país y el mundo.
Mujeres Cafam… gracias, mil gracias en nombre de todos los colombianos por haberle apostado desde el corazón, con todo el esfuerzo y con toda la convicción a estos proyectos que ustedes representan. Sus familias, sus coterráneos, sus departamentos y todo el país deben sentirse profundamente orgullosos de lo que ustedes han logrado.
Así como en el año anterior quisimos hacer visibles las madres de quienes a través del deporte han sido motivo de orgullo y gloria para nuestro país, esta vez, queremos visibilizar con sentida admiración a las madres de grandes artistas y extraordinarios embajadores culturales de Colombia en el mundo. Ellas son, las mamás de Carlos Vives, J Balvin, Maluma, Gusi, Yatra, Goyo y Fonseca.
También con sentimiento de gratitud y exaltación invitamos a compartir este homenaje con igual razón, a otra madre meritoria, la periodista y presentadora Inés María Zabaraín, quien nos ha apoyado con gran dedicación en el desarrollo y difusión de este Premio. A todas ellas que el país las admire como lo merecen.
Así mismo, sería absolutamente injusto que no reconociéramos que en este empeño de visibilizar a estas mujeres transformadoras hemos contado con grandes aliados.
En primer lugar, quiero dar las gracias a la Señora María Juliana Ruiz Sandoval, Primera Dama de la Nación, quien hoy nos honra con su presencia. Sabemos que la misión de empoderar y alentar la labor de las líderes sociales es una de sus principales preocupaciones.
También quiero destacar el rol de las demás Cajas de Compensación del país y los Clubes Rotarios, quienes han sido nuestra mano derecha en la búsqueda de estos proyectos invisibles y de las mujeres que con generosidad los desarrollan.
De igual manera, extiendo un saludo de profundo agradecimiento al Jurado del Premio Cafam a la Mujer. A la abogada María Luisa Mesa Zuleta; al periodista y abogado Juan Lozano Ramírez, a María Teresa Peresson de Riaño, una de las pioneras del Premio Cafam a la Mujer; al Padre Joaquín Sánchez García, licenciado en Filosofía y Letras, Ciencias de la Educación y Teología; y al periodista Germán Santamaría Barragán. Gracias por aceptar nuestra invitación y por dedicarle su tiempo y atención a esta causa que nos une y nos compromete.
Reconocimiento también para el equipo humano de Cafam que hace posible el éxito de este evento de trascendencia nacional y a su líder Martha Lucía Merchán quien ha hecho de este Premio su propia razón de ser.
Con el concurso de nuestras empresas afiliadas y sus trabajadores, seguiremos siendo aliados del Estado para el liderazgo de programas que beneficien a las poblaciones más vulnerables, y para seguir generando desarrollo y bienestar. Ese es nuestro objetivo misional, nuestro compromiso y nuestro mayor desafío. Gracias por acompañarnos en este camino.
Muchas gracias a todos por su presencia en esta ceremonia, y a las mujeres Cafam, toda nuestra gratitud por lo que hacen con tanta entrega y sacrificio personal. Son ustedes gestoras de cambio, seres humanos únicos, extraordinarios e indispensables en el presente y futuro de nuestro país