Desde 1989, bajo la dirección del doctor Arcesio Guerrero Pérez y la iniciativa del periodista Gustavo Castro Caicedo, iniciamos en el departamento de Divulgación los pasos para dar vida a este premio. A lo largo de estos años, hemos recibido 5.815 postulaciones y reconocido a 788 finalistas, quienes, desde sus diversos roles, han contribuido con valentía, dedicación y amor a transformar las comunidades y mejorar la vida de innumerables personas. Sus historias nos enseñan que, a pesar de las adversidades, es posible generar un impacto positivo y duradero en la sociedad.
Con una idea clara, había que iniciar el camino: definir y establecer el reglamento, convocar a las Cajas de Compensación, Clubes Rotarios y Medios de Comunicación de todo el país, con el fin de lograr su participación y colaboración en todas las regiones.
Cada edición nos ha permitido descubrir y honrar a mujeres cuyas acciones y desafíos inmensurables rompen barreras que parecían insuperables. Estas mujeres son faros de esperanza y resiliencia, y sus historias merecen ser contadas y celebradas.
Ha sido para mí, primero como funcionaria de Cafam y posteriormente como miembro del Jurado Nacional, una oportunidad invaluable para conocer historias conmovedoras, reflexionar sobre el camino recorrido y renovar el compromiso con las futuras generaciones. Este premio me ha permitido ver de cerca el poder transformador de la mujer colombiana y la fuerza con la que enfrentan los desafíos cotidianos. Su valentía y determinación son un testimonio vivo de que, con pasión y esfuerzo, se pueden lograr grandes cambios.
Este libro es un tributo a todas las mujeres que han sido parte de la historia del Premio Cafam a la Mujer. Es un recordatorio de su impacto duradero y de la importancia de continuar apoyando y visibilizando sus esfuerzos. Al documentar sus historias, no solo preservamos su legado, sino que también inspiramos a otras mujeres a seguir sus pasos y a creer en su capacidad de generar cambios significativos en sus comunidades.
Al doctor Luis Gonzalo Giraldo Marín, a Martha Lucía Merchán y su equipo, mis sentimientos de admiración y agradecimiento por continuar año tras año con este maravilloso premio. De igual manera, a los Jurados Regionales y Nacionales, quienes con su dedicación, sensibilidad y objetividad, han descubierto mujeres maravillosas. Su trabajo meticuloso y su compromiso con la equidad de género han sido fundamentales para el éxito y la credibilidad del premio.
Quiero agradecerle a Dios, a la vida y a Cafam, por permitirme participar en este premio durante 35 años y por el regalo de reconocer mujeres extraordinarias, que han inspirado mi vida de tantas maneras. Estas mujeres han sembrado, no solo en mi corazón, sino en el corazón de todo un país, la posibilidad de soñar en grande y de transformar realidades para crear un mundo mejor. Sus historias son un llamado a la acción y una invitación a todos nosotros a contribuir en la construcción de un legado de esperanza y progreso.
POR ELLAS Y PARA ELLAS
GRACIAS
MARÍA TERESA PERESSON DE RIAÑO