Este recorrido por el país fortalece nuestra obligación de visibilizar esas historias de vida que nos compartieron y conmovieron. Creemos que no basta registrarlas, hay que compartirlas y promover solidaridad. Los desafíos sociales están cada vez más presentes y requieren respuesta colectiva de la sociedad. No es posible no poner de ejemplo, acciones que invitan a imitar y promover como nosotros lo hemos hecho con el Premio Cafam a la Mujer.
Deseamos que este Premio vaya más allá de un simple y pasajero homenaje. Debe ser como ya lo es, un ejemplo para el país, del compromiso excepcional que hay que hacer con el bienestar de nuestra sociedad.
Así las cosas, para nuestra complacencia, estos años del Premio Cafam a la Mujer se han constituido en una experiencia que enriquece. Hemos sido testigos de cómo muchas mujeres han sido artífices del mejoramiento de la calidad de vida de personas y comunidades, y como en muchos casos han logrado transformar el tejido social afectado por la pobreza, el conflicto, la distancia geográfica y la falta de oportunidades.
Pero lo mejor del trabajo de esas mujeres y de la historia que escriben, es de unas obras silenciosas e invisibles, obras hechas sin pretensión, obras hechas solo con el deseo de mitigar y de recibir a cambio una sonrisa. Con seguridad estas historias que el Premio Cafam a la Mujer recoge anualmente, pone en evidencia, modifica percepciones y muestra horizontes sociales posibles en medio de las dificultades del país.
En estos 35 años de existencia del homenaje de Cafam a la Mujer, siempre nos quedamos cortos de palabras para agradecer el valioso aporte que ellas hacen a la sociedad, sus historias sacuden y hacen entender que es mucho lo que se puede y se debe hacer en la construcción de equidad y justicia social.
En estos años, el Premio Cafam a la Mujer se ha dedicado a evidenciar que, aún, en las circunstancias más difíciles siempre hay mujeres valientes, resilientes y luchadoras, que descubren alternativas innovadoras y sostenibles para modificar su entorno. Todo lo cual da fuerza y validez a este premio homenaje, que además, es una invitación al reconocimiento y apoyo de las obras sociales que brotan de las manos de esas mujeres grandiosas.
Nos llena de orgullo llegar a esta celebración. A lo largo de estos años hemos apoyado, acompañado, visibilizado y aplaudido a 5.815 mujeres, que además de ser un número muy significativo, confirman la calidad humana, el amor y el espíritu solidario que identifica la idiosincrasia de la mujer colombiana. Gracias a todas ellas tenemos hoy un mejor país.
Para esta versión número 35 del Premio, tenemos 29 mujeres de infinitos méritos, ellas hacen una gran diferencia en la vida de muchas personas, de su entorno y el país.
Sería absolutamente injusto en este especial aniversario no reconocer que, en este empeño de hacer notorio a estas mujeres transformadoras, hemos contado con grandes aliados. Destacamos el rol de las Cajas de Compensación del país y los Clubes Rotarios, quienes han sido nuestra mano derecha en la búsqueda de estos proyectos invisibles y de las mujeres que con generosidad los desarrollan.
De igual manera extiendo un saludo de profundo agradecimiento al Jurado Nacional de este Premio: la Señora María Teresa Peresson de Riaño, la abogada María Luisa Mesa Zuleta, el periodista y abogado Juan Lozano Ramírez (quien no nos acompaña hoy), el Monseñor Rafael Cotrino Badillo y el periodista Germán Santamaría Barragán. Gracias por aceptar nuestra invitación, y por dedicarle su tiempo y atención a esta causa que nos une y nos compromete.
Reconocimiento también para el equipo humano de Cafam que hace posible el éxito de este evento de trascendencia nacional, y a su líder Martha Lucía Merchán Sierra quien ha hecho de este Premio su propia razón de ser. Como no mencionar también a Inés María Zabaraín y Jorge Alfredo Vargas, quienes con afecto y especial dedicación desde hace varios años, nos acompañan en el acto de proclamación.
Con el concurso de nuestras empresas afiliadas y las que nos acompañan con patrocinios económicos, seguiremos con el liderazgo de programas que beneficien a las poblaciones, y apoyando las acciones que generen desarrollo y bienestar.
Especial mención y reconocimiento debemos hacer a la Fundación Belcorp, quien compartiendo con nosotros los propósitos del Premio, otorga hoy la distinción “Gracias a Ella”. Distinción que además del homenaje, conlleva un gran aporte económico a la obra de la ganadora.
Así mismo, queremos hacer homenaje especial a cuatro líderesas que llevan con orgullo y amor el título de ser Mujeres Cafam. Ellas continúan trabajando por sus comunidades, construyendo desde el corazón e inspirando a los colombianos. Gracias a Ellas el legado del Premio Cafam a la Mujer ha perdurado en sus territorios y en el país. Estas cuatro embajadoras del Premio recibirán este reconocimiento en representación de todas las mujeres que han sido postuladas en la historia de este Premio. Ellas son:
• Yaneth Mosquera Rivera, Mujer Cafam 2007
• Ruth Consuelo Chaparro Gómez, Mujer Cafam 2011
• Jenny de la Torre Córdoba, Mujer Cafam 2018
• Ludirlena Pérez Carvajal, Mujer Cafam 2019
Muchas gracias a todos por su presencia en esta ceremonia. A las mujeres Cafam, toda nuestra gratitud por lo que hacen con tanta entrega y sacrificio personal. Son ustedes gestoras de cambio, seres humanos únicos, extraordinarios e indispensables en el presente y futuro de nuestro país.
Gracias
Luis Gonzalo Giraldo Marín
Director Administrativo de Cafam