HOMENAJE ESPECIAL A LA MUJER RURAL

Rosa Elena Rojas Rodríguez
Ginna Alejandra Jiménez Vergara
Leonor Espinosa


“Se necesita un sector agrícola que pueda satisfacer las crecientes necesidades alimentarias de la región y el mundo en general, y evitar mayores daños al medio ambiente. Con mejores políticas y nuevas tecnologías, los sistemas agroalimentarios pueden hacer una mayor contribución al crecimiento, la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria”.

Carlos Felipe Jaramillo

Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Hoy, millones de productores rurales de la región están luchando contra el impacto de la crisis sanitaria mundial causada por la Covid-19, la recesión económica, un clima sin precedentes y una crisis migratoria masiva que puede resultar agobiante para todos, incluso para las entidades privadas y gubernamentales.

En medio de este panorama, la mujer, al igual que Yavira, la diosa de la agricultura de las ancestrales comunidades de la Amazonia colombiana, tiene un papel preponderante en el presente y futuro del sector agrícola.

El lado femenino de la agricultura son las mujeres “madres de la comida” (en palabras de Astrid Quintero, especialista en Gerencia y Gestión Cultural de la Universidad del Rosario), pues son ellas las que gestionan cultivos de maíz, papa, yuca, plátano, piña, ñame, chontaduro, entre otros que se dan en Colombia.

Esa gestión se evidencia en la labor de mujeres como Rosa Elena Rojas Rodríguez: una campesina de pura cepa nacida en el municipio de Sotaquirá, Boyacá, y representante de la Asociación Agropecuaria de Mujeres Emprendedoras del municipio de Sotaquirá (Asoammes) que cultivan papa, mora y hortalizas.

Rosa Elena se dedica a trabajar en el campo y siente orgullo al ver que los alimentos que llegan a varias de las mesas de hogares y restaurantes colombianos, se generan desde su Asociación gracias a las manos de mujeres campesinas.
De otra parte, la labor de Ginna Alejandra Jiménez Vergara también muestra el papel de la mujer en la cadena agrícola. Ella fundó en Toca, Boyacá, www.comproagro.com: una plataforma web con la que busca mejorar los ingresos y la calidad de vida de los agricultores colombianos al servir de punto de contacto y comercialización directa entre productores y compradores.

Así, más de 500 productos cultivados por manos campesinas sirven para la seguridad alimentaria. Con esta iniciativa, Ginna Alejandra logra mejorar la economía campesina y aporta al desarrollo y empoderamiento de la mujer rural en todos los rincones de Colombia.

Y como parte de la cadena de los frutos que brinda la tierra, se llega a la preparación de estos de la mano de Leonor Espinosa, quien en el año 2022 fue reconocida como la mejor chef femenina del mundo, según The World´s 50 Best Restaurants de la revista británica Restaurant.

De la mano de Leonor toda la razón de ser del cultivo y distribución de los alimentos, se ve reflejada en las sensaciones y emociones que transmiten sus preparaciones, pues estas respetan su esencia a través de la gastronomía y el respeto por la biodiversidad.

Rosa Elena, Ginna Alejandra y Leonor representan a las más de siete mil millones de “madres de la comida” que existen en este planeta, y que con su labor diligente y amorosa aportan para asegurar la supervivencia de la especie humana.

“En la cultura indígena, la adultez se logra cuando se aprende a elaborar con las manos los elementos de los que dependerá la alimentación y la vida”.

Mujer sikuani de Vichada, Colombia.

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