Elizabeth decidió ser una rectora que marcara la diferencia, que se acercara a los estudiantes, que hablara con ellos, que conociera un poco de sus necesidades… Por ello surgió Reflexión, Paz y Amor, un proyecto que propone que los estudiantes refuercen, rescaten y vivencien los valores como la tolerancia, el amor, el respeto, la solidaridad, la convivencia, entre otros, aprendidos en casa y que sirvan para darle sentido a la vida.