Elizabeth a sus 23 años terminó su carrera como Licenciada en Preescolar. Siendo catequista conoció a unos niños que eran estudiantes suyos. Ellos se distinguían por su compromiso, sencillez y timidez, pero un día dejaron de asistir a clase, al ver que al segundo día tampoco fueron al colegio, tomó la decisión de ir a buscarlos. Al llegar a la dirección, se dio cuenta que el lugar en el que vivían era de difícil acceso y estaba lleno de basura, además, los jóvenes del barrio y los padres de familia de los mismos consumían alucinógenos. Viendo esto, se dio cuenta que ese era el camino que debían atravesar aquellos niños cada domingo para cumplir con su cita con Dios. Debido a lo que observó en el barrio de esos