En ese tiempo Cartagena era un puerto negrero, pues los barcos provenientes de África y de Europa, traían esclavos como mercancía y en condiciones inhumanas, por lo que el misionero jesuita San Pedro Claver, llamado “el esclavo de los esclavos”, se dedicó a servirles y a procurar que su estancia en este paso fuera un poco más agradable con condiciones de vida dignas, alimento y salud a pesar de la oposición de las autoridades de la época.
Hoy en día, Cartagena es un puerto industrial desarrollado y referente mundial debido a la belleza de sus murallas y características coloniales, que conserva en su casco histórico, a tal punto que a sus orillas atracan infinidad de cruceros provenientes de los cinco continentes, y que mueven millones de dólares de servicios turísticos.
En contraste persiste en este departamento, un gran índice de pobreza que conlleva a que muchas comunidades se vean relegadas, por lo que hay muchas personas en condición de vulnerabilidad y de calle, así como adultos mayores, jóvenes, niños y niñas que viven en la indigencia.
La práctica de la misericordia y del servir al otro que promulgó San Pedro Claver, se ve reflejada en la Fundación Don de Misericordia que tiene como propósito principal brindar atención integral y diferencial, caracterizada por la calidad humana para transformar el ser humano como una forma efectiva de contribuir a siete de los objetivos de desarrollo sostenibles: 1) Fin de la pobreza. 2) Hambre cero. 3) Salud y bienestar. 4) Educación de calidad. 6) Agua limpia y saneamiento. 8) Trabajo decente y crecimiento económico 10) Reducción de las desigualdades.
La Fundación desarrolla su labor mediante la gestión de acciones dirigidas, para que sus protegidos tengan vida saludable, formación en valores, cultura, deporte, sostenibilidad ambiental, innovación educativa, emprendimiento y liderazgo social.
Lo anterior se implementa a través de tres programas: hogar de los dones, casa de los dones y el kiosco de los dones, con lo que han atendido a más de 55 adultos mayores en estado de abandono, los que están afiliados a una EPS y tienen completo el esquema de vacunación contra la Covid- 19, así se aseguran de que ellos tengan una vejez digna y estable.
En la Casa de los dones se atendieron 52 jóvenes en condición de vida de calle, quienes han ingresado al sistema educativo para aumentar sus capacidades lectoras y sus conocimientos. Además, se ha logrado que los padres y madres de estos menores se integren a esta iniciativa.
También se creó el programa Sábados de paz, en el cual más de 170 niños y niñas recibieron atención e información enfocadas en la prevención del maltrato, abuso y alta permanencia en la calle como factores de protección, así como habilidades para la vida digna y valores. .
En la isla de Tierra Bomba, un sector de Cartagena que evidencia un alto índice de necesidades básicas insatisfechas y de pobreza, la Fundación abrió el Centro Infantil Dones Azulado que atiende a más de 280 niños de primera infancia para que reciban clases de fortalecimiento y comprensión de lectura, esto mediante una alianza con el Jardín Infantil Azulado para la transferencia de conocimientos mediante herramientas pedagógicas y lúdicas que permitan un mejor y mayor desarrollo de los niños y niñas de esta isla.
Arlena Del Carmen es profesional en Derecho Administrativo, especializada en Procesos Sociales de la Familia, en Conciliación Arbitraje y Resolución de Conflictos, con amplia experiencia en el sector privado. Directora del Centro de Conciliación Soluciones Pacíficas, Gerente de Arlena Hoyos & Asociados y asesora externa en diferentes entidades financieras. Está dedicada al desarrollo social como Fundadora de la Fundación Dones de Misericordia que busca la restauración del ser en comunidades vulnerables del departamento de Bolívar, construyendo paz a través de la implementación de nuestro modelo integral de transformación social.
DATOS DE LA OBRA SOCIAL
Fundación Dones de Misericordia
Correo electrónico: presidencia@donesdemisericordia.org
