Teolinda vio cómo en su región se iban perdiendo las raíces culturales y tradiciones de sus ancestros, por lo que a finales de la década de 1990 ella y su familia se asentaron en el costado suroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta. Allí han revitalizado su cultura y fortalecido sus vínculos en aspectos como la lengua y su cosmogonía. Teolinda es reconocida desde el 2009 como cacica de su pueblo en la parcialidad de Itti Takke, tierra nueva como denominaron su asentamiento.