Rubiela Benítez Enríquez

RUBIELA BENÍTEZ ENRRÍQUEZ

MUJER CAFAM CASANARE

Vivir la guerra para sobrevivirla

“Por haber vivido la guerra, ayudo a las víctimas de Colombia”.

En la región de la Orinoquia de Colombia está ubicado el departamento del Casanare, uno de los más grandes del país, y que cuenta con una extensa red fluvial que corre desde los páramos hasta las lagunas de incomparable belleza y recursos hídricos de vida, que dan origen a que su tradición productiva esté enmarcada en la explotación ganadera y el cultivo del arroz, entre otras actividades.
Y estos ríos de vida de seguro inspiraron al Libertador Simón Bolívar, para que esta región sirviera como terreno para el Ejército Patriota que dio libertad a la Nueva Granada, en procura de un mejor modo de vida que permitiera a todos los seres humanos ser iguales.

Sin embargo, después de la gesta libertadora siguen presentes las desigualdades que dieron origen a movimientos que reclamaban mejores condiciones de vida para los campesinos. Por desgracia, estos idearios se vieron contaminados por factores externos como el narcotráfico, que derivaron en grupos al margen de la ley que cometen atrocidades en contra de la población civil, en especial contra los menores de edad y las mujeres.

Infortunadamente, Rubiela fue víctima de esos grupos delincuenciales en su natal Arauca al ser objeto de abuso sexual y vejámenes que le causaron lesiones físicas y psicológicas. A causa de este ultraje, Rubiela tuvo que abandonar Colombia con todo lo que ello implica.

Pero como a todo ser humano siempre le puede más el apego a la vida y al sitio donde están sus raíces, sus tradiciones y sus costumbres, Rubiela volvió a su pueblo natal a buscar y establecer mecanismos que les permitieran a mujeres, como ella, superar los efectos psicológicos de ser víctima de abuso sexual.

Y tal vez, sin saberlo, encontró la respuesta para superar su dolor en la vida misma, tal como lo dijo el premio nobel de literatura, Gabriel García Márquez en su discurso de 1982: “Frente a la opresión el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida”.

Por ello, decidió crear la Asociación de Mujeres Víctimas de la Violencia Sexual y el Desplazamiento Forzado – Asomuvida, que busca ayudar a las mujeres víctimas de violencia, mediante la orientación y defensa de sus derechos como población vulnerada y que les permita construir un proyecto de vida para superar los efectos dejados en el alma y el cuerpo, derivados del conflicto armado.
En el departamento del Casanare, esta Asociación es pionera en la caracterización de las mujeres víctimas de estos hechos y ha buscado los mecanismos legales para garantizar que sus derechos no sigan siendo violentados y logren un proceso de reconciliación y paz para todas las mujeres víctimas de violencia sexual en Colombia.

Y así como en el Casanare todos los ríos son ríos de vida, estas mujeres logren superar los traumas a través de la vida misma, procurando mejores condiciones y un futuro promisorio, para lo cual, se apoya con programas de capacitación en diferentes áreas del saber, en restitución de tierras y en jornadas de entrega de alimentos a mujeres vulnerables

De esta manera la asociación que tiene sede en Yopal (cuyo nombre proviene de la palabra indígena yopos y significa corazón) seguirá siendo un referente y un motivo de vida para Rubiela, quien pone su corazón y su sentido de entrega por los demás en cada acción que realiza.

Rubiela
es técnica laboral por competencias en Asistencia de Servicio Social y Comunitario del Instituto Politécnico Agroindustrial, y también tiene título en Administración Pública de la Escuela Superior de Administración Pública, entre otros estudios complementarios, que le han permitido abrirse camino en el ámbito laboral y profesional.





DATOS DE LA OBRA SOCIAL

Asomuvida
Correo electrónico: rubiela.531@hotmail.com
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